Luego de haber contrastado varios documentos y recopilado datos como también anecdotarios de personas cercanas a él, encontramos a un Quiroga un tanto gruñón, con una cara poco amigable y algunas actitudes un tanto egocéntricas y posesivas, que enmascaraban a una persona sensible capas de amar con todo su corazón y ver lo bello en lo cotidiano. Un hombre apasionado y aventurero, capas de hacer realidad el cuento más extraño.
En cuanto a su carácter, leyendo en el libro “Las Raíces de Horacio Quiroga”, encontramos en la página 115, la anécdota de un diálogo entre Quiroga y D. Humberto Pérez un ilustre narrador de la época que viajó exclusivamente a misiones para entrevistarlo.
Cuando llegó a la casa de Quiroga este estaba trabajando en su galpón y apenas lo vio llegar le preguntó, brusco:
-¿Qué quiere?
-Quería verlo -atinó a decir el periodista
-Bueno, ya me ve. Eso fue todo.
La imagen que muchos tenemos sobre los escritores es la de personas de traje con pantalones lisos sin ninguna arruga y tomando una taza de café a la luz de una vela escribiendo con su pluma y grandes anteojos. Pues la imagen de Quiroga se asemejaría más a la de un peón rural. De botas por el barro de la selva húmeda, con pantalones cómodos para el trabajo de campo, y en el caso de que haga mucho calor el torso desnudo para refrescarse.
Quiroga se mostraba como un salvaje, una persona forjada con la mano dura de un destino que no siempre es el soñado.
Ya terminando este informe, y con nuestras últimas reflexiones, es necesario aclarar que la imagen de Horacio es la de una persona inquieta, en muchas ocasiones un autodidacta, una persona que le quedaba chico el mundo y por eso sentía la necesidad continua de estar traspasando fronteras de un ciudad y de un país a otro.
¿Qué fue lo que le permitió llevar esta vida aventurera e incierta en muchas ocasiones?
Empezamos por un espíritu aventurero, luego un respaldo económico que fue muy importante como sostén en muchas ocasiones, pero sin duda el apoyo de sus amigos quienes lo auxiliaron más de una vez, sobretodo Leopoldo Lugones.
En cuanto a Horacio Quiroga como persona…
